La gestión de residuos inertes es un procedimiento regulado para garantizar al máximo la seguridad de la población y el respeto al medio ambiente. Los residuos inertes son minerales estables o inertes. Este tipo de residuos son compatibles con el medio ambiente pues no vierten sustancias que puedan ser tóxicos, reactivos, corrosivos, irritantes o inflamables.
Gestión de residuos inertes
Por un lado, los residuos inertes proceden en su mayor parte de reformas, demoliciones y derribos conocidos comúnmente como escombro.
En primer lugar, se recogen los residuos mediante el transporte de residuos en contenedores desde el pie de obra hasta la planta de tratamiento. Una vez allí, se inspecciona visualmente el material y se separan de los materiales orgánicos y los peligrosos.
Tras ello, se procede al proceso de reciclaje. En este sentido se retiran los materiales reciclables como los materiales férricos, plásticos, maderas y cartones.
Una vez hecho, se almacena de forma ordenada en contenedores y trojes para los diferentes materiales o subproductos.
Por último, se procede al proceso de eliminación. Este proceso se realiza mediante células independientes que se irán rellenando y restaurando una vez estén llenas.
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